
Las pirámides egipcias son las últimas maravillas supervivientes del mundo antiguo. Dado que estas gigantescas estructuras albergan los cuerpos de faraones momificados, se las considera comúnmente tumbas suntuosas cuya precisa e impresionante construcción sigue siendo un misterio hasta el día de hoy.
Algunos, sin embargo, dicen que las pirámides son más que simples tumbas enormes y sugieren que el diseño fue dictado por un propósito más práctico: el de proporcionar energía.
Construcción de las pirámides
Si bien las pirámides ciertamente sirvieron como templos que honraban el poder y la memoria de los reyes egipcios y su paso al más allá, este podría no haber sido su propósito principal, al menos para las estructuras más antiguas. Estas, las tres pirámides principales de Giza, reciben su nombre de los gobernantes Keops, Kefrén y Micerinos; pero no existe evidencia sobre quién las construyó ni cuándo.
Con un estimado de 2,3 millones de bloques enormes que pesan más de 10 toneladas cada uno, la construcción de la Gran Pirámide de Giza con herramientas primitivas debió de llevar décadas, incluso con una enorme fuerza laboral compuesta por humanos habilidosos y animales poderosos. ¿Había un propósito mayor tras este esfuerzo fenomenal?

¿Electricidad egipcia?
Aunque a menudo atribuimos el uso moderno de la electricidad a inventores como Benjamin Franklin (1705-1790) y Thomas Edison (1847-1931), es posible que los antiguos egipcios nos hayan llevado una gran ventaja.
Piezoelectricidad
La desconcertante ausencia de restos de hollín en los pasillos de las pirámides llevó a algunos arqueólogos a preguntarse cómo los primeros egipcios creaban luz sin velas, lámparas de aceite ni antorchas. ¿Tenían acceso a la energía eléctrica?
Una teoría prominente sugiere que las pirámides fueron antiguas «centrales eléctricas», diseñadas para canalizar la energía y generar electricidad. Según el escritor Christopher Dunn, la piedra utilizada para construir las pirámides podría haber sido elegida específicamente por sus propiedades piezoeléctricas.
La piezoelectricidad es el efecto natural por el cual ciertos materiales, como el cuarzo, los cristales o la piedra caliza, producen cargas eléctricas al someterse a presión mecánica. Las cámaras de granito y los conductos de ventilación dentro de las pirámides podrían, en teoría, proporcionar las condiciones adecuadas para promover el flujo de energía.
Generador hidráulico
Considerando la proximidad del río Nilo, junto con los indicios de erosión hídrica alrededor de la base de la cercana Esfinge, es probable que los egipcios aprovecharan la energía hidráulica. Una teoría alternativa sugiere que las pirámides formaban parte de un sistema hidráulico que canalizaba el agua hacia su interior para producir electricidad.
El investigador John Cadman planteó la hipótesis de que el agua del Nilo se dirigía a cámaras y pasajes dentro de las pirámides, especialmente a la cámara subterránea. Desde allí, el flujo de agua podría producir ondas sonoras y vibraciones que, a su vez, generarían electricidad.
La teoría de Tesla
Incluso el brillante inventor Nikola Tesla estaba fascinado con la idea de que las pirámides eran más que simples tumbas gigantes. Estaba convencido de que generaban energía, basándose también en las propiedades piezoeléctricas del granito y la piedra caliza utilizados en su construcción.
A modo de experimento, creó una pequeña pirámide con papel y alambre, y la expuso a un haz de partículas cargadas. Inesperadamente, la pirámide empezó a emitir un brillo, a pesar de no estar conectada a ninguna fuente de alimentación.
Tesla teorizó que estaba aprovechando el campo magnético de la Tierra para obtener energía, lo que llevó a la creencia de que las pirámides reales podrían usarse para aprovechar el poder del Sol y el campo magnético de la Tierra para obtener energía ilimitada.
Generador de energía cósmica
Una teoría menos conocida sugiere que las pirámides, dada su forma geométrica, alineación y orientación, sirven como antenas espirituales.
Esta propuesta, denominada Piramidalogía , sostiene que la forma piramidal resuena con el campo magnético de la Tierra, generando energía vital. Quienes se exponen a esta energía se cargan de emociones positivas que sanan tanto la mente como el cuerpo.

Carta estelar
Además de la producción de energía, las pirámides podrían haber tenido aplicaciones académicas. Algunos sugieren que formaron mapas estelares. Según investigaciones de Robert Bauval y Graham Hancock, la disposición de las pirámides coincide estrechamente con la alineación de la constelación de Orión.
Si las tres pirámides principales de Giza se construyeron para alinearse con tres estrellas de Orión —Alnitak, Alnilam y Mintaka—, esto demuestra no solo un conocimiento avanzado de astronomía, sino también la creencia de los egipcios en el más allá. Considerando la conexión entre Orión y Osiris, los dioses del más allá y el renacimiento, la alineación parece mucho más que una coincidencia.
Además, los ejes dentro de la Gran Pirámide están dirigidos hacia estrellas específicas, lo que sugiere que sirvieron como líneas de visión celestiales.
Aunque ninguna de estas teorías cuenta con un amplio respaldo, y algunas se descartan con indiferencia como «pseudociencia», la simplista teoría de las tumbas es igualmente difícil de aceptar en muchos sentidos. Independientemente de si finalmente descubrimos los secretos de las pirámides o no, siguen siendo una maravilla tecnológica y un enigma fascinante que reflexionar mientras ponemos a prueba las limitaciones de nuestra propia tecnología moderna.
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