Fuente: La Gaceta de la Iberosfera
Distintos informes en varias escuelas en Hamburgo, Alemania, han revelado que los alumnos musulmanes están acosando a sus compañeros no musulmanes. Uno de los ejemplos es el de unas niñas que han sido intimidadas por vestir de forma femenina y no llevar el tradicional pañuelo islámico. Algunas han sido llamadas despectivamente «comedoras de cerdos», hasta el punto de sentir temor de sacar sus sándwiches en público durante el recreo.
Un padre ha relatado que tuvo que cambiar a su hijo de colegio tras observar cómo, en una clase con mayoría de alumnos musulmanes, los pocos estudiantes no creyentes fueron sistemáticamente marginados y acosados. «El colegio cometió el error de concentrar a muchos alumnos musulmanes en un sólo grupo, y los que no compartían su fe quedaron expuestos», ha explicado.
También ha salido a la luz el caso de una estudiante judía, víctima tanto de intimidación verbal como de agresiones físicas por parte de compañeros musulmanes. No obstante, más allá del acoso, también se han reportado choques culturales en el ámbito académico. Algunos alumnos musulmanes se han negado a asistir a clases de música, calificándolas como «haram», prohibidas según su interpretación del Islam.
Un psicólogo de origen palestino y reconocido experto en islamismo, Ahmad Mansour, ha lanzado una advertencia contundente. A su juicio, las autoridades de Hamburgo están minimizando el problema y «no quieren ver la radicalización entre los alumnos». Además, ha denunciado que muchos profesores evitan intervenir por miedo a ser etiquetados como racistas.
