Fuente: Panam Post
Los nitazenos llegan a ser hasta 43 veces más letales que el fentalino. Detrás de las muertes por su consumo se conjugan factores como la actuación de los carteles y el suministro de precursores desde China.
Una nueva clase de droga sintética, entre cinco y 43 veces más letal que el fentanilo, está causando estragos en Estados Unidos. El caso de dos amigos de 21 y 22 años, quienes murieron con escasos seis meses de diferencia tras consumir pastillas contaminadas, es solo la punta del iceberg de una problemática mucho más compleja y que incluiría el probable suministro de precursores chinos (sustancias químicas usadas para su fabricación), carteles de la droga internacionales y redes de distribución que funcionan dentro de la nación norteamericana.
Se trata de un grupo de opioides llamados nitazenos. Si bien desde 2019 han aparecido en mezclas con fentanilo en Estados Unidos, ahora cobran especial relevancia por dos razones: porque los casos de sobredosis están causando nuevas víctimas y porque ocurren justo cuando el Gobierno de Donald Trump presiona a redes de narcotráfico y otros países, para terminar con la entrada de drogas al país.
Desde que comenzó su segundo mandato, Trump tomó medidas radicales, entre ellas declarar a los carteles de la droga como organizaciones terroristas extranjeras, imponer aranceles a naciones que presuntamente participan en narcotráfico y recientemente, ordenar al Pentágono el uso de la fuerza militar en contra de estos grupos, según un artículo de The New York Times. La entrada en escena de las nuevas muertes por los nitazenos podría responder a un recrudecimiento de toda la problemática.
Nueva droga «made in China»
Un informe de la Administración de Control de Drogas de EE. UU. (DEA, por sus siglas en inglés) lo advirtió en 2024: «Dado que los nitazenos son vendidos por proveedores químicos con sede en China a través de mercados en línea, los cárteles mexicanos podrían utilizar fácilmente sus relaciones existentes con esos proveedores para obtenerlos».
La hipótesis cobra sentido al mencionar que, de forma separada, el Departamento del Tesoro identificó cómo los carteles «utilizan empresas fachada, mulas de dinero e intermediarios con sede en EE. UU. para adquirir precursores químicos de fentanilo de proveedores con sede en la República Popular China».
Tanto México como el gigante asiático, también quedaron clasificados como «los dos principales países» que figuran en balances de bancarios sobre actividades ilícitas relacionadas con el fentanilo. Un año antes, la Cámara de Representantes publicó un informe que citaba como el régimen comunista de Xi Jinping “está subsidiando directamente la producción de precursores».
Inicia otro capítulo de la guerra contra el narcotráfico
El exadministrador interino de la DEA, Derek Maltz, explica que habría detrás de la aparición de los nitazenos: «Como Estados Unidos acaba de empezar a hablar realmente de fentanilo, hemos visto todas estas otras sustancias que están apareciendo por todas partes y están saliendo de estos laboratorios en China», dijo a New York Post.
Eso explicaría la orden de que la Administración republicana dio al Pentágono, publicada por The New York Times, de involucrar al ejército para combatir a los carteles, lo cual abre un nuevo capítulo de la guerra contra el crimen organizado. Según las fuentes consultadas por el medio, oficiales estadounidenses trabajan en opciones sobre cómo podría perseguirse a dichos grupos. Se desconoce si se desplegarán militares en terceros países.
Sin embargo, de algo sí hay plena certeza y es que Washington tiene como objetivo detener la llegada de drogas a Estado Unidos. Eso incluye una orden relacionada con el dictador venezolano Nicolás Maduro, y el aumento de 25 a 50 millones de dólares por información que conduzca a su captura. La fiscal general de EEUU, Pam Bondi, explicó los motivos: «Maduro usa organizaciones terroristas extranjeras como el TDA (Tren de Aragua), así como el Cartel de los Soles y el Cartel de Sinaloa para traer drogas mortales y violencia a nuestro país».