Fuente: La Gaceta
Por Ruben Pulido
Las costas de Levante y las Islas Baleares enfrentan una crisis migratoria sin precedentes, marcada por una oleada masiva de inmigración ilegal desde Argelia que, según anticipo LA GACETA, estaba prevista desde hace semanas.
A pesar de las advertencias publicadas el 7 de agosto, el Gobierno no tomó medidas preventivas, permitiendo la llegada de más de 670 inmigrantes ilegales en los últimos días, con Baleares superando los 4.100 en lo que va de 2025, un incremento del 120% respecto al año anterior.
Traficantes argelinos, operando con impunidad a través de grupos en Facebook y Telegram, organizaron la reciente oleada, cobrando entre 4.000 y 10.000 euros por plaza en pateras que parten desde áreas cercanas a Orán y Argel.
Estos grupos, que han ganado más de 3.000 nuevos miembros tras el éxito de la operación, utilizan las redes sociales como herramienta de marketing, y promocionan salidas previstas para los días 17, 18 y 19 de agosto. Los traficantes lo celebran con frases como «agosto será nuestro mes», evidenciando su intención de intensificar las operaciones con todos los recursos logísticos disponibles.
En Argelia, el comercio de embarcaciones y motores en portales de segunda mano se ha disparado, según fuentes exclusivas consultadas por LA GACETA. Las autoridades argelinas, con recursos limitados, luchan por contener las salidas, pero el efecto llamada generado por las políticas migratorias permisivas de PP y PSOE en España agravan la situación. La falta de cooperación efectiva con Argelia, agravada por tensiones diplomáticas desde 2022, facilita la libertad de acción de las mafias.
Las mafias, envalentonadas por la falta de controles, no sólo celebran su éxito, sino que se preparan para una «olimpiada» migratoria —así lo denominan— que podría extenderse semanas. La ruta Argelia-Baleares, consolidada por la cercanía geográfica y la laxitud en la vigilancia, se ha convertido en una alternativa a las rutas del Mediterráneo Central, bloqueadas por los estrictos controles de Italia. Además, se observa un aumento de subsaharianos, incluidos somalíes, en estas embarcaciones, lo que indica una diversificación de los flujos migratorios.