Tren de Aragua busca desde Chile entrar al tráfico mayorista de cocaína

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Fuente: Panam Post

El ingreso del Tren de Aragua desde Chile a las rutas del tráfico de cocaína tiene condiciones a favor, entre ellas, la cercanía territorial con los tres productores principales: Colombia, Perú y Bolivia.

Los negocios ilícitos del Tren de Aragua en Chile están claros. La banda trasnacional venezolana se dedica al tráfico de migrantes, trata de personas, explotación sexual, extorsión y tráfico de ketamina. Sin embargo, una mayor “cooperación” entre sus células consolidadas en suelo austral le permitirían entrar al comercio mayorista de cocaína, ascender de su perfil de pandilla, así como asegurarle un asiento en la mesa superior del mundo criminal.

Ese es el futuro que anticipa Insight Crime en su último informe sobre este grupo delictivo en la región, en el cual sostiene que si el Tren de Aragua concreta alianzas con otras pandillas venezolanas y el Cártel de los Soles, aumentaría su capacidad para ingresar a las rutas del narcotráfico. Sería su gran apuesta, considerando que “cualquier organización que se haya involucrado con éxito en el comercio de cocaína tiende a obtener ganancias muy rápidas en riqueza, poder y sofisticación”, advierte el documento.

Con más de 25 millones de consumidores de cocaína en el mundo, la búsqueda de una expansión del Tren de Aragua hacia una trama parece una jugada estratégica. Reportes apuntan que el resultado de las negociaciones por cielo, mar y tierra es de transacciones de 320.000 millones de dólares anuales con el tráfico de 3708 toneladas de esta sustancia.

Actor revelación

El ingreso del Tren de Aragua desde Chile a las rutas del tráfico de cocaína tiene condiciones a favor, entre ellas, la cercanía territorial con los tres productores principales: Colombia, Perú y Bolivia y las rutas las rutas marítimas que conectan con circuitos más amplios que incluyen salidas hacia Perú, Ecuador y México.

Además, Chile forma parte de las trayectorias activas que conectan territorios productores con mercados de consumo y puntos de exportación a otros continentes. Ser un actor en el entramado es muy probable porque la organización trabaja con facciones pequeñas, cada una especializada en ciertas actividades delictivas y, generalmente, radicada en determinados lugares geográficos e incluso gozan de mayor independencia.

Sus mayores fuerzas hasta agosto de 2025 son Los Piratas de Aragua, Dinastía Alayón, Tren del Desastre, Tren del Biobío, Los Gallegos, Los Valencianos, Lealtad, y Hermanos Cartier. La mayoría está radicada en Tarapacá y Arica en el norte, las ciudades centrales de Valparaíso y Santiago, Concepción en el sur, e incluso Puerto Montt, 3.000 kilómetros al sur.

Líder a la vista 

Algunas de las células llegan desde afuera, como es el caso de Los Gallegos y la Dinastía Alayon, que ingresaron desde Perú, mientras que otras se formaron en territorio nacional, como los Piratas de Aragua, el Tren del Desastre, y el Tren del Biobío.

A ese cuadro, en unos días más se sumará, el fundador del Tren de Aragua en Chile, Larry Álvarez, conocido como “Larry Changa”, quien aterrizará en Santiago extraditado desde Colombia tras su huida en 2022. La justicia de ambos países acordó el traslado ante la evidencia que lo posiciona como el cabecilla de la organización que impulsó las operaciones delictivas en el territorio nacional desde 2018.

Las instrucciones de Changa cambiaron el perfil seguro de Chile. La Fiscalía lo responsabiliza de comenzar los negocios ilícitos del Tren de Aragua en el país mediante la entrega de órdenes a Carlos González Vaca, alias «Estrella», para controlar los pasos fronterizos en la ciudad de Iquique.

La policía le atribuye no sólo las alteraciones del panorama criminal de Chile sino también el uso de criptomonedas a través de las cuales una facción utilizó empresas ficticias para enviar 13,5 millones de dólares al extranjero.

Siete años de operaciones 

Todo ello necesitó tiempo. En siete años, la banda logró pasar de la fase de exploración, que consistía en mantener un bajo perfil y aprovechar las olas migratorias para infiltrarse en el país a la fase de penetración en 2020 con la cual se asentó en el Cerro Chuño de Arica, luego de forzar el desplazamiento de las comunidades.

Dos años después, avanzó a la fase de consolidación con la instalación de 17 casas de tortura, trata de personas y extorsión hasta alcanzar en 2024 Chile la fase de integración. De acuerdo con Insight Crime, en esta etapa el Tren de Aragua ya recluta a otros  grupos criminales locales y gana  influencia dentro de las prisiones.

Sobre esta última fase, hay advertencias: “Si hay algo que el Tren de Aragua entiende bien, es cómo dirigir una prisión. Nacidos como un «pranato» o pandilla carcelaria en la cárcel de Tocorón, los criminales venezolanos entienden cómo administrar una prisión y convertirla en una base para operaciones criminales con influencia mucho más allá de los muros”.

Ahora bien, una infiltración en el narcotráfico convertiría al Tren de Aragua en parte de la historia de «los cocineros” de cocaína, que comenzó con el chileno Filiberto Olmedo Rojas, alias “El cara de diablo”, y los hermanos bolivianos Jesús Felipe, Carlos Alejandro y Luis Berríos Palza, quienes mantenían laboratorios en Arica, Andacollo, Limache, Algarrobo, San Bernardo y Santiago, desde los cuales salía cargas rumbo a Estados Unidos en los 70.

Pero, hay un dato relevante que genera esperanza en las autoridades: la marca Tren de Aragua es, hasta ahora, más fuerte que la organización detrás de ella y su supervivencia depende de apoyo de otras estructuras para multiplicar su fuerza y resistencia.


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