Fuente: La Gaceta
El primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, ha denunciado en la red social X que sus temores «se han hecho realidad». Tras el cierre de USAID, organismo globalista destinado a imponer ideas woke en el mundo entero, muchas de las ONG del magnate George Soros estarían trasladando sus actividades a Bruselas con la intención de encontrar refugio en Europa. Según el mandatario húngaro, más de sesenta entidades ya han solicitado apoyo económico a las instituciones comunitarias bajo el paraguas de proyectos de derechos humanos, algo que Orbán rechaza tajantemente al asegurar que «no permitiremos que encuentren un refugio seguro en Europa2.
El mensaje del dirigente magiar llega después de la victoria de Donald Trump en Estados Unidos y de las primeras decisiones tomadas por el nuevo presidente. El pasado 20 de enero, Trump firmó una orden ejecutiva que congelaba durante 90 días toda la ayuda exterior, medida que ha generado un terremoto en el ecosistema de ONG internacionales acostumbradas a depender de fondos norteamericanos. A raíz de esta decisión, múltiples programas de cooperación se han visto obligados a cesar de manera inmediata, desde clínicas de salud en países en desarrollo hasta proyectos vinculados con la defensa de los llamados derechos reproductivos o las campañas de promoción del aborto.
Orban se ha apoyado en los archivos de USAID, recientemente revelados, que según él muestran las prácticas opacas de la red globalista-liberal impulsada por Soros. Para el Gobierno húngaro, el traslado masivo de estas organizaciones hacia la UE no es más que un intento de mantener vivo un entramado político-ideológico que busca influir en los Estados miembros a través de la financiación comunitaria.
Al mismo tiempo, la Comisión Internacional de Juristas (CIJ) y más de sesenta asociaciones civiles han emitido un comunicado conjunto instando a los líderes europeos a cubrir el vacío que deja Washington. Entre sus peticiones figuran la creación de un fondo de emergencia para compensar la falta de recursos, el apoyo prioritario a colectivos LGBTIQ y a la agenda de género, y la reducción de trámites burocráticos para acceder al dinero comunitario. Además, reclaman que la UE presione diplomáticamente a la Casa Blanca para revertir las decisiones adoptadas.
La reactivación de la llamada «Regla Mordaza Global» —una política de Trump que impide a organizaciones extranjeras financiadas por Estados Unidos promover o asesorar sobre abortos— ha endurecido todavía más la situación. Organizaciones internacionales afirman que esta medida amenaza con dejar sin cobertura a millones de mujeres en materia de salud sexual y reproductiva.
Frente a este panorama, Viktor Orbán se ha mostrado firme y ha dejado claro que Hungría se opondrá a que Bruselas se convierta en la nueva base de operaciones de las ONG ligadas al magnate Soros. «No volveremos a caer en la trampa», sentenció el primer ministro en su mensaje.