La extrema izquierda y Pedro Sánchez sabotean la Vuelta Ciclista a España

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Fuente: Hispanidad

Por Eulogio Lopez

Lo nunca visto. En la última etapa de la Vuelta Ciclista a España, la ultraizquierda ha conseguido paralizar la prueba a costa de tomar Madrid y ‘vencer’ a un despliegue de policía como no se había visto en la capital de España pero cuya actuación no ha servido para nada. Como aseguraba un representante de JUPOL, nuestros acompañados «hacen lo que les dejan hacer» sus jefes.

Y es que el éxito de los gamberros, conocidos en RTVE como protestas pro-palestinas, vino precedido por los ánimos con los que el mismísimo presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, les jaleó. El hombre de Moncloa dijo sentirse orgulloso de un pueblo que defiende la causa justa de los gazaríes. Madrid y Gaza están separados por 3.600 kilómetros pero boicotear la etapa final y la entrega de premios de la Vuelta Ciclista a España, sin que las fuerzas del orden lograsen retener a la ultraizquierda gamberra, cada vez más crecida… no parece que vaya a ayudar muchos a los niños gazaríes.

Una vez obtenida su ‘victoria’, los gamberros de la extrema izquierda empezaron a lanzar gritos contra el Cuartel Superior del Ejército. En todo caso, España vive ya en enfrentamiento civil

A más a más: a uno le da la impresión de que a los saboteadores de la Vuelta Ciclista a España lo que menos les importa son los niños de Gaza. Para ellos, como para Sánchez, no son otra cosa que materia prima para la batalla política. Es decir, propaganda.

Ahora bien, el ambiente de absoluta impunidad con el que la extrema izquierda ha anulado la Vuelta Ciclista no sería posible si no fuera jaleada con entusiasmo por el Gobierno. Sánchez aseguró sentirse orgulloso de un pueblo que lucha por causas nobles… ¿qué esperaban?

Otra consecuencia peligrosa: que hoy la extrema izquierda haya conseguido salirse con la suya le dota de absoluta impunidad para cualquier cosa que se proponga. Esto no ha hecho más que empezar. Los extremistas son como los militares de las antiguas asonadas: el problema no es sacarles a la calle, el problema es volver a meterlos en casa.

¡Ah! la mayoría de los gamberros de Madrid continúan, a la hora de escribir esta crónica, enfrentándose a la policía y provocando disturbios en Madrid. Por ejemplo, dos horas después de su ‘victoria’ sobre la Vuelta Ciclista, aprovecharon para increpar al Cuartel Superior del Ejército, ubicado enfrente de la Alcaldía.

Extremistas de izquierda con pasamontañas y alguna manifestante con velo islámico. Cuidado con la alianza entre la extrema izquierda y los islámicos

Algunos de ellos, con pasamontañas -mala cosa- y algunas de ellas con velo islámico, lo que resulta ilustrativo. No olvidemos que en España viven 800.000 marroquíes y la alianza entre la ultraizquierda española y el extremismo islámico no empezó ayer… sino mucho antes. Recuerden, para Ione Belarra, líder de Podemos, los islámicos forman un colectivo «muy estigmatizado».

Al mismo tiempo, lo sucedido hoy en Madrid es una vergüenza para el país pero, además de ello, supone que demuestra que España vive ya en algo muy próximo al enfrentamiento civil. Esperemos que no llegue a enfrentamiento armado… es decir, a guerra civil.

Y recuerden: Pedro Sánchez no tiene límites. Y, por cierto, no se equivoquen: era violentos de extrema izquierda, pero no eran muchos.

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