30 segundos y unos minutos resumen la estrategia del progresismo en Hispanoamérica

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Fuente: Redacción Tierra Pura

La “libertad” y el “progreso” del pueblo son lemas promovidos por el progresismo como un bien moral absoluto. Cualquier opinión diferente es atacada como si fuera un enemigo que hay que aniquilar.

Pero no es lo que parece. Lo que realmente sucede, a plena vista, es subversión ideológica. Pueden ser narrativas esperanzadoras u opiniones controvertidas. ¿Cuál es su propósito? veamos en 30 segundos qué dicen los líderes progresistas hispanoamericanos:

En 1983, Yuri Bezmenov, ex Agente del Servicio de Inteligencia Soviético KGB nacido en la «cuna» del comunismo, ya explicaba cómo prevenir la destrucción de la sociedad con un sencillo paso, para lo cual detalló cómo es posible absorber su control total y destruirla. Veamos de qué se trata:

Desde la perspectiva de la moral tradicional, los estándares para juzgar el bien y el mal, lo correcto y lo incorrecto, provienen de Dios. El progresismo moderno considera a la moral tradicional como un impedimento para el «progreso», y en consecuencia exige una subversión de todos los estándares morales provenientes de las leyes divinas. Para derribar los estándares morales universales que se «interponen en el progreso» utiliza a la corrección política, la opinión social, la influencia cultural, la llamada revisión histórica y las condiciones de vida actuales para establecer un sistema de moralidad relativa, donde sólo lo que se ajuste a sus propósitos e intereses es moral.

Este relativismo moral es esencialmente ateo y en consecuencia promueve la crisis y la desconexión del ser humano con lo divino, aumentando imperceptiblemente su influencia desde la política, la educación, la cultura y otros aspectos de la sociedad occidental. Actualmente lo hace ostensible pero subrepticiamente a través de la tecnología de influencia, inoculada en el contenido de internet y redes sociales aparentemente correcto y diverso.

Al contrario de lo que se cree actualmente, la crisis y colapso de una sociedad no proviene del sistema financiero, político ni de cualquier otra condición material, sino de la crisis y colapso del razonamiento moral, que promueve el quiebre y derrumbe de los vínculos que mantienen mentalmente saludables y armónicos a los individuos de una sociedad: el vínculo estable y sólido con Dios, con la familia y social.

Como explica Yuri Bezmenov, un solo y simple paso evita la subversión ideológica: «es traer de vuelta a la sociedad hacia la religión. Algo que no puedes comer, tocar o ponerte encima. Pero algo que gobierna a la sociedad y la hace moverse y ser preservada… golpea con el poder de tu espíritu y tu superioridad moral. Si no tienes ese poder, estás a tiempo de desarrollarlo».

¿Habrá que explicarlo más claro?

N del E: el artículo fue redactado con información del capítulo 8 del libro «Cómo el Espectro del Comunismo rige nuestro mundo» y publicaciones de redes sociales que ilustran el tema.

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