Traducido de Life Site News por TierraPura
Un nuevo documental expone el creciente abuso sexual de niños en guarderías basado en un concepto de educación sexual estrechamente vinculado a la pedofilia.
La organización alemana profamilia Demo für Alle publicó recientemente su última producción, Escena del crimen: guardería. El ataque woke contra nuestros hijos .
El documental, de una hora de duración, muestra que el abuso sexual infantil en guarderías ha aumentado en Alemania y que este aumento se basa en las directrices de educación sexual de la Organización Mundial de la Salud, que están fuertemente influenciadas por la ideología pedófila.
En el documental, entrevistan a una madre que recuerda cómo su hija fue víctima de abuso sexual por parte de dos niños en la guardería. La madre afirma que su hija no se inventó el incidente, como lo demuestran las lesiones en su zona genital.
Este tipo de incidentes entre niños están aumentando en todo el país, y no es una coincidencia, argumenta Demo für Alle.
«Esto es precisamente lo que se plantea en los programas de educación sexual de las guarderías», afirmó Regine Scheffer, de la asociación de padres Initative Elternaktion. «Se da por sentado que los niños se exploren entre sí sin supervisión, se toquen los genitales e introduzcan objetos en sus orificios corporales».
Los conceptos de educación sexual que animan a los niños pequeños a «explorar» su sexualidad y la de los demás se basan en las controvertidas directrices de la OMS para Europa de 2010. El documento de la OMS incluye una «matriz de educación sexual» que ofrece pautas a los educadores sobre cómo «educar» a los niños de diferentes edades. Las directrices aconsejan a los educadores que informen a los niños de 0 a 4 años sobre el «disfrute y el placer al tocarse el propio cuerpo» y la «masturbación en la primera infancia». Los niños de cuatro a seis años deben «consolidar su identidad de género» y aprender sobre las relaciones entre personas del mismo sexo.
Demo Für Alle entrevistó al sociólogo francés Thibault Kerlirzin, autor de un estudio sobre las directrices de la OMS de 2010 en materia de educación sexual.
«Se descubrió que los estándares de la OMS fueron elaborados por un grupo de expertos con un alto grado de parcialidad», dijo Kerlirzin. «Esto se debe a que prácticamente todos estos expertos pertenecen a organizaciones afiliadas a la Federación Internacional de Planificación Familiar».
Dijo que entre los autores citados como fuentes del documento figuraban varios defensores de la pedofilia.
«Entre las aproximadamente 50 referencias, encontré 15 que pueden clasificarse como defensoras o partidarias de la educación sexual temprana o incluso de la pedocriminalidad», afirmó Kerlirzin.
“Verán que esto incluye a personas que pertenecieron a grupos de presión que apoyan abiertamente la pedofilia”, continuó. “La llaman ‘relaciones intergeneracionales’. Entre ellos hay personas que han publicado en revistas abiertamente pedófilas”.
Entre los autores citados se encuentra Gunter Schmidt, a quien Demo für Alle calificó de «vínculo con círculos pedófilos». Schmidt colaboró con Volkmar Sigusch, quien defendía la sexualidad infantil como una necesidad. Trabajó para la revista Archives of Sexual Behavior , fundada por Richard Greene, quien abiertamente promovía la pedofilia.
El propio Schmidt abogó por la despenalización de la pedofilia, escribiendo que «la amenaza de convertir todos los actos pedófilos en punibles por ley es injusta y debe ser abolida».
Hedwig von Beverfoerde, cofundadora de Demo für Alle, afirmó que no les sorprendían las conexiones entre pedofilia y delincuencia, dado que el padre de la «pedagogía sexual de la diversidad» en la que se basan estas directrices fue el profesor Helmut Kenlter, un conocido pedófilo. Kenlter sostenía que los niños son seres sexuales desde su nacimiento y que poseen una «energía sexual» que debe ser fomentada.
Kentler fue el cerebro detrás de una red de pedofilia patrocinada por el estado. Durante la segunda mitad del siglo XX, las oficinas de bienestar juvenil de Berlín pusieron a niños y adolescentes delincuentes en hogares de acogida al cuidado de pedófilos que los abusaron durante años como parte del llamado «experimento Kentler».
Como informó LifeSiteNews , en 2023 los medios alemanes difundieron ampliamente que varias guarderías ofrecían «salas de exploración sexual» para niños. Una de las guarderías católicas canceló posteriormente su plan de instalar una «sala de masturbación» tras la indignación pública provocada por los escándalos.
El narrador del documental resumió la situación de la siguiente manera: «Seamos claros. Un nicho de la educación sexual con aparentes vínculos con la pedofilia se ha apoderado de organizaciones influyentes y las está utilizando para impulsar una agenda sumamente problemática desde arriba. Esta agenda pretende que asuntos que deberían ser competencia de la fiscalía y los servicios de protección infantil formen parte de la vida cotidiana en las guarderías».
