Fuente: Panam Post
Los resultados de las elecciones generales del 30 de noviembre en Honduras permanecen sin cambios en las tendencias después de que este lunes se reanudara el escrutinio, con Nasry ‘Tito’ Asfura, candidato presidencial del Partido Nacional y respaldado públicamente por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, liderando el conteo con una ajustada ventaja, seguido muy de cerca por Salvador Nasralla, del Partido Liberal.
Lo insólito es que la candidata oficialista, Rixi Moncada, que quedó en un lejano tercer lugar, saca provecho de la demora para desconocer el resultado, que bajo ninguna circunstancia le sería favorable, puesto que los dos aspirantes que se disputan la Presidencia voto a voto duplican los números obtenidos por la representante de la izquierda, que era la ficha de la mandataria Xiomara Castro y su esposo, el expresidente Manuel Zelaya, para preservar el poder.
El conteo preliminar tras escrutar 88,02 % de las actas, mantiene a Asfura al frente con 1.132.321 votos (40,19 %), una ventaja estrecha sobre Salvador Nasralla, candidato del Partido Liberal, que suma 1.112.570 sufragios (39,49 %), mientras Rixi Moncada, del gobernante partido Libertad y Refundación (Libre) apenas consiguió 543.675 votos (19,30 %), según los datos oficiales del CNE. Tras la reanudación del escrutinio este lunes en Honduras, Asfura sube a 1.132.429 votos y Nasralla llega a 1.112.610.
Moncada y su partido «no reconocen» los resultados, pidiendo además la conveniente “nulidad total” del proceso, tras haber quedado en un lejano tercer lugar que saca del poder a la izquierda, que se resiste a permitir la alternabilidad y ya convoca a movilizaciones para desestabilizar el país, como ha hecho la izquierda en pasado en Chile, Ecuador y Colombia.
Además, la candidata oficialista argumenta que su decisión para no reconocer el resultado obedece también a la supuesta «injerencia y coacción» de Donald Trump. «Libre no reconoce las elecciones celebradas bajo una injerencia y coacción del presidente de Estados Unidos, Donald Trump y la oligarquía aliada que han embestido al pueblo hondureño con un golpe electoral en curso después del envío de un millón de mensajes por diferentes plataformas amenazando al pueblo que si vota por Rixi no recibirá las remesas el mes de diciembre», fueron las palabras con las que justificó su contundente derrota en un rueda de prensa.
La demora en el escrutinio ha llevado a organismos internacionales a instar a las autoridades a agilizar el proceso y a implementar medidas que refuercen la confianza de la ciudadanía en los resultados electorales en Honduras.
Desde el viernes, el ente electoral reporta que de las 16.858 actas escrutadas, 14.451 se consideran «correctas», mientras que 2.407 presentan «inconsistencias», lo que obligará a un recuento voto por voto. En el centro de cómputo del CNE permanecen pendientes de ingreso 2.571 actas, de un total de 19.152, prolongando la incertidumbre sobre el resultado final.
El lento escrutinio mantiene a Honduras en incertidumbre a más de una semana de los comicios, en los que los hondureños votaron para elegir a un presidente, tres designados presidenciales, 298 alcaldes, 128 diputados para el parlamento nacional y 20 para el Centroamericano.
Ver más
Alertas noticias
Cursos política
Productos de tecnología
Boletín informativo
Versión en inglés
Noticias América Latina
Este escenario plantea la natural pregunta de por qué se demora tanto el escrutinio en Honduras. Estas son algunas claves de una situación compleja:
1. Retrasos por «fallas técnicas» y un ajustado resultado
Los retrasos por «fallas técnicas», aducidas por el Consejo Nacional Electoral (CNE), comenzaron el mismo día de las elecciones, cuando demoró el primer informe oficial preliminar, provocando las críticas de candidatos como Nasry ‘Tito’ Asfura, del Partido Nacional y por el que el presidente estadounidense, Donald Trump, pidió el voto.
Las críticas de Asfura se aplacaron cuando el primer resultado le otorgó el liderato de la carrera electoral por la Presidencia frente a Salvador Nasralla, del Partido Liberal.
Desde entonces, ambos se han alternado a la cabeza con un leve margen, cercano ahora a los 20.000 votos a favor de Asfura, un resultado que se mantiene este lunes tras la reanudación del escrutinio, desatando nuevas críticas, sobre todo de Nasralla, que exige un «conteo limpio».
2. Falta de credibilidad en el CNE
El CNE está integrado por la consejera presidente, Ana Paola Hall, representante del Partido Liberal; Cossette López, del Partido Nacional, y Marlon Ochoa, del oficialista Libertad y Refundación (Libre), quienes han perdido credibilidad entre muchos hondureños y los mismos partidos debido a agrias confrontaciones.
Las discusiones empezaron con las elecciones primarias e internas que celebraron el 9 de marzo los tres partidos mayoritarios, previas a las generales, y desde entonces el proceso ha transcurrido con denuncias de supuesto fraude por parte de los tres partidos, incluso antes de votar.
Ochoa, que tiene a la candidata de su partido, Rixi Moncada, en un alejado tercer lugar en la carrera presidencial, denunció también este fin de semana fallos en la seguridad del sistema electrónico de transmisión de los resultados.
Ver más
Suscripción a boletín diario
Noticias América Latina
Cursos de análisis político
Libros política
Análisis político
Cursos de idiomas
Libros sobre historia de América
Informes de investigación política
Cursos política
Software de análisis de datos
3. Carentes de un sistema capaz de responder en momentos críticos
Los partidos mayoritarios de Honduras han hecho caso omiso a varias recomendaciones orientadas a reformas electorales que, desde que el país retornó a la democracia en 1980, han venido haciendo misiones de observación electoral de la Organización de los Estados Americanos (OEA), la Unión Europea (UE) y otros entes internacionales, lo mismo que instituciones hondureñas de la sociedad civil.
Eso ha contribuido a que Honduras no cuente con un sistema electoral creíble sin partidismos, capaz de sostener el peso de la democracia en momentos críticos, en vez de resquebrajarse en cada elección durante el escrutinio.
4. Inversión de 150 millones de dólares
Para el proceso de las elecciones primarias e internas de marzo y las generales de noviembre se aportaron 4000 millones de lempiras (alrededor de 150 millones de dólares), que el parlamento tardó en liberar, y que suponían la adquisición de equipos modernos de transmisión de resultados creíbles y la contratación de una empresa experta para que el escrutinio se conociera el mismo día de las votaciones. Esa empresa ha sido también foco de las críticas.
5. Sin fecha probable para conocer los resultados
Después de las elecciones generales, el CNE tiene 30 días para dar a conocer los resultados finales de las elecciones, pero a raíz de los sucesivos parones en el escrutinio, que para algunos analistas obedece a algo más que fallas técnicas, nadie sabe cuándo los hondureños conocerán al presidente electo y otras autoridades por las que votaron.









