Por Francisco Leguizamón – La Derecha Diario
El gobierno socialista de Anthony Albanese, puso en marcha un ridículo plan de control digital que restringe el acceso a redes sociales.
Australia puso en marcha este miércoles una de las leyes de seguridad digital más absurdas del mundo, prohibiendo que menores de 16 años tengan cuentas en redes sociales como TikTok, Instagram, Facebook, X, YouTube, Snapchat, Reddit, Threads, Twitch y Kick.
La medida, parte de la Online Safety Amendment (Social Media Minimum Age) Act aprobada en 2024, obliga a las plataformas a eliminar cuentas existentes de menores, impedir nuevas suscripciones y aplicar verificación de edad mediante tecnologías como identificación oficial, reconocimiento facial o sistemas de inferencia de edad. Las empresas que incumplan enfrentarán multas de hasta 49,5 millones de dólares australianos.
El gobierno socialista del primer ministro Anthony Albanese defendió la norma argumentando que »reducirá la exposición de los jóvenes a contenidos dañinos» y mitigará el impacto de algoritmos que fomentan el uso compulsivo.
Según un estudio estatal de 2025, el 96% de menores entre 10 y 15 años utiliza redes sociales, y siete de cada diez ha visto material »violento, misógino o relacionado con suicidio y trastornos alimentarios». Además, uno de cada siete reportó experiencias de grooming y más de la mitad habría sufrido ciberacoso.
A pesar de los argumentos oficiales, la ley ha generado duras críticas por parte de expertos en tecnología, seguridad digital y privacidad. Uno de los principales cuestionamientos es el alcance limitado de la medida.
Plataformas como Discord o Roblox, ampliamente utilizadas por menores y donde también se han registrado riesgos de seguridad, quedaron fuera de la prohibición al no ser clasificadas como redes sociales por el gobierno. Para muchos analistas, esta exclusión crea un vacío de protección significativo.

Asimismo, organizaciones de derechos digitales alertan sobre los riesgos derivados de la recopilación masiva de datos para verificar edades. Australia ha sufrido múltiples brechas de seguridad en años recientes, y especialistas consideran que la obligación de presentar documentos gubernamentales o datos biométricos incrementa la superficie de riesgo.
Incluso el propio informe técnico del gobierno reconoce que la verificación facial es menos precisa en adolescentes, lo que podría provocar bloqueos erróneos a usuarios legítimos sin garantizar la detección de menores.
Las empresas tecnológicas también han expresado preocupación. YouTube calificó la normativa de »apresurada», señalando que podría dejar a los niños menos protegidos si acceden sin cuenta, evitando así los controles parentales.
Meta advirtió que la medida provocará »protecciones inconsistentes» entre aplicaciones, mientras que Reddit dijo que la ley socava derechos fundamentales de privacidad y libertad de expresión. Ejecutivos del sector cuestionaron además la efectividad de las multas, afirmando que para gigantes como Meta los montos representan ingresos de apenas un par de horas.

Críticos sostienen que la prohibición podría ser fácilmente eludida mediante VPNs, perfiles falsos o cuentas compartidas con adultos. Según especialistas, esta migración hacia prácticas evasivas podría empujar a los menores hacia entornos menos seguros y con menor supervisión, en lugar de protegerlos.
También advierten sobre el riesgo de desplazar la conversación hacia la vigilancia tecnológica, en lugar de abordar problemas más estructurales como la falta de alfabetización digital entre padres e hijos.
A medida que Australia se convierte en el primer país en imponer una prohibición tan amplia, el experimento es seguido de cerca por otras naciones y por críticos que temen que una política destinada a proteger a los menores termine vulnerando su privacidad y empujándolos hacia rincones más peligrosos del ecosistema digital.









