Traducido de Life Site News por TierraPura
Un suizo ha sido encarcelado por sugerir que las “personas trans” son enfermos mentales, señalando la clara diferencia biológica entre los esqueletos masculino y femenino.
Emanuel Brünisholz fue condenado por “incitación al odio” por un post en Facebook en el que se leía: “Si excavas a las personas LGBTQI después de 200 años, sólo encontrarás hombres y mujeres entre los esqueletos; ¡todo lo demás es una enfermedad mental fomentada por el plan de estudios!”.”
Brünisholz, fabricante de instrumentos de latón, fue condenado a pagar una multa de 500 francos suizos ($628) por el tribunal regional de Emmental-Oberaargau.
El tribunal dictaminó que “el acusado, a través de su comentario publicado en Facebook, denigró públicamente al colectivo de personas LGBT(Q)I, basándose en su orientación sexual, de un modo que atenta contra la dignidad humana.”
El suizo se negó a pagar la multa y fue condenado a diez días de prisión. Su condena comenzó el 2 de diciembre, según el Telégrafo.
Brünisholz alegó que se había violado su derecho a la libertad de expresión y que las declaraciones sobre realidades biológicas no podían constituir incitación al odio. Sin embargo, no recurrió la decisión, pues sus abogados dijeron que sería inútil.
Una transcripción de su interrogatorio por la policía suiza mostró que admitió haber escrito el post. Se mostró incrédulo ante las acusaciones y siguió riéndose mientras respondía a las preguntas de la policía.
En Suiza es ilegal “denigrar públicamente” a una persona por su identidad u orientación sexual.
El caso atrajo la atención internacional y fue recogido por los defensores de la libertad de expresión del Reino Unido. El cómico y escritor irlandés Graham Linehan publicó un mensaje de Brünisholz en su cuenta X: “Estoy totalmente dispuesto a ir a la cárcel, si eso es lo que hace falta para sacar a la luz lo absurdo y autoritario de la ideología trans que ha arraigado en Suiza”.”
“Pienso afrontarlo con buen humor; no me dejaré doblegar ni doblegar por quienes esperan silenciarme mediante la presión o la intimidación. Al fin y al cabo, ese es su objetivo: desgastarme hasta que me calle. No tengo ninguna intención de hacerlo”, añadió.









