Fuente: La Gaceta
Por Ruben Pulido
Aunque España mantiene una tasa de homicidios de solo 0,6-0,7 por cada 100.000 habitantes, esta tranquilidad es cada vez más frágil. El último informe del Observatorio Demográfico CEU-CEFAS analizado por LA GACETA, con datos oficiales del INE, el Ministerio del Interior y el Consejo General del Poder Judicial, muestra una realidad que ya no se puede ocultar: los extranjeros, especialmente africanos (70% marroquíes) y americanos (90% hispanos), están sobrerrepresentados de forma abrumadora en los delitos más graves. Además, las tasas de criminalidad se multiplican por varias veces las de los españoles.
Los homicidios consumados rondan los 300 al año, pero las tentativas se han disparado: de 836 en 2019 a 1.507 en 2023. Cuando se mira quién comete estos crímenes, la diferencia es brutal. Por cada 100.000 hombres de 18 a 70 años, la tasa de condenados por homicidio o tentativa es de 2,1 entre españoles, pero sube a 8,7 entre africanos y a 8,4 entre americanos: más de cuatro veces superior. En violencia de género mortal, la media anual es de 2,4 homicidios por cada millón de españoles frente a 5,8 por millón de extranjeros.
Las violaciones han crecido un 143% en sólo cinco años: de 2.143 casos en 2019 a 5.206 en 2024. En el grupo de 18 a 25 años, la tasa de condenados por delitos sexuales es de 27 por 100.000 entre españoles, pero llega a 127 entre africanos y 84 entre hispoamericanos. Cataluña multiplica por 2,3 la media nacional y se sitúa muy por delante del resto.
En robos con violencia, los extranjeros representan el 43% de los autores aunque solo son el 15% de la población adulta: su tasa es 4,4 veces mayor que la española. En robos con fuerza en domicilios cometen el 29% (2,3 veces más) y en hurtos el 33% (3 veces más). Los africanos lideran con diferencia: 3.517 condenados por millón de hombres en robos con fuerza, frente a sólo 338 entre españoles.
La okupación es otro drama silencioso: 168.891 casos conocidos entre 2010 y 2024, pero apenas 68.496 detenciones por la falta de contundencia a la hora de castigar este tipo de delitos. Desde el año 2020 más de la mitad de los detenidos son extranjeros; en 2023 fueron el 51,8%. Su tasa de okupación es 6,1 veces superior a la de los españoles. Cataluña triplica la media nacional.
El terrorismo yihadista está directamente ligado a la inmigración musulmana (el 77% de los condenados son marroquíes) y las bandas latinas son la otra cara de la moneda hispanoamericana, con especial virulencia en Madrid, donde uno de cada cinco asesinatos de 2025 ya está relacionado con ellas.
En las cárceles la fotografía es definitiva: el 31,4% de los presos son extranjeros (frente al 14,6% que representan en la población adulta). Los marroquíes están 5,4 veces sobrerrepresentados y los argelinos 15 veces. Entre menores de 14 a 17 años, la tasa de condenados africanos es 55,4 por cada 1.000, frente a 8,7 de los españoles.
Los datos son contundentes y provienen de fuentes oficiales. El informe concluye que esta criminalidad importada sólo se contendrá con medidas claras: límites estrictos a la inmigración ilegal y el fin de las regularizaciones masivas. Sin ellas, el envejecimiento de la población española no compensará el aumento de riesgo que ya estamos viviendo.









