En entrevista con Tucker Carlson, James Tour sostiene que la evolución carece de una explicación causal suficiente

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Por Horacio Fernando Giusto Vaudagna Gateway Hispanic

En una reciente entrevista con Tucker Carlson, el químico orgánico James Tour, académico de reconocimiento mundial, confrontó la teoría evolutiva moderna con objeciones que evocan las profundas enseñanzas de Santo Tomás de Aquino sobre la causalidad, la finalidad y el orden natural.

Tour, quien proviene de un trasfondo secular y abrazó la fe cristiana, plantea que el darwinismo no solo es insuficiente como explicación científica, sino que, al excluir una causa primera inteligible, se enfrenta a límites insuperables.

James Tour es uno de los químicos orgánicos más respetados y citados del mundo. Considera la historia de la evolución que todos nos han enseñado como un cuento de hadas absurdo. He aquí por qué. (0:00) Cómo el Dr. Tour ve a Dios a través de la ciencia (6:00) Por qué la comunidad científica perdió toda su credibilidad (12:44) ¿Qué es la vida? (14:47) ¿Ha creado el hombre realmente vida en un laboratorio? (30:36) ¿Qué es la clonación? (31:32) ¿Se está creando una raza superhumana genéticamente modificada? (40:14) ¿Qué es realmente la teoría de la evolución? (44:30) ¿Es esto una prueba de que Dios creó la Tierra? (55:46) Los ataques contra el Dr. Tour por cuestionar la evolución (1:03:42) ¿Se está usando la teoría de la evolución como un arma contra Dios? (1:08:47) ¿Cuál es el propósito de dormir? (1:17:07) Cómo Jesucristo salvó al Dr. Tour (1:36:30) ¿La gente se está volviendo más consciente de Dios? Incluye las sociedades remuneradas.

Para el pensamiento tomista, toda realidad que actúa necesita una causa adecuada. La evolución darwiniana pretende explicar la diversidad de la vida por medio de variaciones aleatorias y selección natural.

Tour subraya que solo se observa microevolución, pequeños cambios adaptativos, mientras que no se evidencia la transformación de planes corporales fundamentales; por ejemplo, un organismo sin columna vertebral que se convierta en otro con columna vertebral nunca ha sido observado.

Esto muestra la importancia de distinguir entre cambios accidentales dentro de una misma especie y la generación de nuevas formas substanciales que implican una causa generadora.

La teoría evolutiva también depende de un registro fósil que muestre formas transicionales. Tour afirma que tales intermediarios no se encuentran de manera satisfactoria en el registro, y que, en lugar de una sucesión gradual, nos enfrentamos al fenómeno de la explotación cámbrica, en el cual grupos complejos de organismos emergen de manera relativamente abrupta.

Esto pone en cuestión un proceso puramente ciego y mecánico por cuanto la aparición de estructuras orgánicas complejas sin una causa final o formal inteligible desafía la comprensión adecuada del orden natural.

Santo Tomás enseña que la naturaleza opera con fines y causas formales que no se reducen a meros mecanismos. La incapacidad actual de la ciencia para sintetizar los componentes básicos de la vida (lípidos, proteínas, carbohidratos y ácidos nucleicos) a partir de condiciones prebióticas, subraya, según Tour, una carencia de explicación causal suficiente para la emergencia espontánea de la vida.

Este punto resalta que la mera materia no genera formas organizadas sin la mediación de una causa inteligente y ordenadora. La materia requiere de un elemento inmaterial, esto es la forma, como principio actual que dote de movimiento inmanente y espontaneo al ente; es decir, la materia requiere de la forma para operar como ente orgánico, y esa composición sustancial trasciende el orden físico.

El entrevistado también destaca cómo la comunidad científica reaccionaría con rechazo o reprimendas a quienes cuestionan la ortodoxia evolutiva. Hay que considerar que no se trata únicamente de una disputa científica, sino de la resistencia al reconocimiento de una causa primera y final en la creación, lo cual tiene implicaciones metafísicas y antropológicas profundas.

En efecto, Santo Tomás de Aquino no sólo defiende un orden natural inteligible, sino que reconoce en ese orden la huella de un Creador que imprime intención y finalidad en cada cosa. Esto implica lo que finalmente Tour observa, y es que muchas personas han perdido la fe al aceptar el relato evolutivo darwiniano como completo y definitivo, y que, al reconsiderar estas cuestiones, vuelven a un horizonte teísta.

La unidad de la verdad entre razón y fe significa que toda verdad científica auténtica no puede contradecir una verdad metafísica; de allí que la existencia de Dios como causa primera y raíz del ser no es una contradicción al desarrollo científico.

La insuficiencia atribuida a la teoría de la evolución, en este contexto, no es simplemente un argumento teórico, sino una apertura humilde a reconocer la necesidad de una causa trascendente que explique la profundidad del orden natural y la aparición de la vida.

Las opiniones expresadas en este artículo son del autor y no representan necesariamente la postura oficial de Gateway Hispanic.

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